14.9.07

La quimera de salvar lo que destruimos

¿Que hacer con tales superficies lisas y repletas,
con tales totalidades absolutas?
Derrocarlas en bloque, subvertirlas, revolucionarlas, por supuesto.
¡Oh, que bella paradoja! Con el espíritu crítico,
los modernos inventaron al mismo tiempo el sistema total,
la revolución total para ponerle fin
y el fracaso también total de hacer esa revolución,
¡fracaso que los desespera por completo!

-Bruno Latour, Nunca fuimos modernos, pág 183.

Bruno Latour llama la atención en su libro Nunca fuimos modernos (Siglo XXI, Bs. As., 2007) acerca de la construcción que de otras culturas realiza al antrópologo Claude Levi-Strauss. Se refiere al relativismo cultural de la mal llamada "construcción del otro por la diversidad". Diversidad, sí, pero eurocéntrica. El ideal es Occidente, Europa, Francia, aunque no lo diga. Latour dice que Claude pone fuera del estudio antropológico a la ciencia "occidental", sólo deja los errores de la ciencia "exótica" dentro de está. Iguala las culturas y dice que el conocimiento nuevo, la ciencia moderna, está fuera de las culturas ya que es "la verdad". Todas las culturas son iguales, pero la unica que tiene este conocimiento es la nuestra. En palabras de Latour "el abismo que se quería atenuar se abre de par en par".


Cabe agregar que Levi-Strauss realiza, según sus propias palabras, una antropología de "salvataje". ¿Qué es lo que estaria salvando? Los restos de las culturas fagocitadas por la avalancha occidental, por la violencia inherente al sistema capitalista en su fase imperialista. Es hipócrita (esto no es una crítica a él per se, sino una consecuencia), no habría nada que salvar si Occidente no tendría la necesidad de acaparar todo el mundo. Convertir las culturas en accesorios que le sirvan. Entonces el relativismo cultural de Levi-Strauss es, al final, universalista, porque rescata para que el Occidente derramé sus lagrimas de cocódrilo, haga como que llorará por lo que nunca quiso y jamás extrañara, y continue con su aculturación. Es justamente lo que ocurre con nuestros muertos. Lloramos porque sentimos la culpa de seguir vivos, pero después de un periodo de luto (por lo general bastante corto), seguimos adelante. Ya lloramos, cumplimos con la obligación. Y si esto no es cogito ergo sum (irónicamente la base de nuestra ciencia) yo no se qué lo es.

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