"Hay algunos a los que les gustará tocar las cacerolas y está muy
bien; a nosotros nos gusta ir a la Plaza de Mayo."
-Nestor Kirchner, en conferencia de prensa
He leído ad nauseam noticias, opiniones, reflexiones acerca del conflicto entre el campo y el gobierno, y resulta que, oh! casualidad, también yo tengo algunas cosillas para decir:
Mencionar que me molesta sobremanera (leáse: me rompe las pelotas) la dicotomización insoportable que se impuso en (casi) todos los discursos -de los mediáticos y de los que no lo son- acerca del tema. Si hay algo a los que somos afectos en esté país es al "vs." (para ser correctos gramaticalmente debería ser la conjunción "o"). No es posible negar, claro está, que hay dos colectivos sociales bien diferenciados (más que nada en sus propias cabezas) que se podrían llamar -a fin de simplificar- "campo" y "gobierno". Pero el primero está compuesto de miles de personas con necesidades varias y, lo más probable, diferentes que hace que tengamos que afilar el lápiz y ser más rigurosos en el análisis (incluso pasando por sobre la diferenciación facilista "pequeños productores", "grandes terratenientes", "pools de siembra"). Y el segundo engloba intereses que son, en primer lugar, el no encarecer el precio de los alimentos y mejorar la distribución de la riqueza (según su propio discurso).
¿Es esto tan así? Por supuesto que no: Además dentro del mismo gobierno, entendido este como colectivo, hay tiras y aflojes que hacen a la gobernabilidad, la real politik, y mucho que hace a quienes están enfrentando y con que anteojeras ideológicas los estpan viendo. Con esto quiero decir que al comienzo del conflicto, este se circunscribia al tema puntual de las retenciones y por tanto el adversario eran los grandes terratenientes que perdián dinero con el cambio abrupto y falto de timing en los porceptuales. Esto lo pudimos observar en la incontiencia verbal de los voceros del gobierno y de la misma presidencia que inflamo a las bases del sector agropecuario, lo que llevo al desmadre del asunto. Recien ahí empezaron a hablar -por lo menos en el discurso público- de morigerar la curva media y subsidiar a los pequeños productores, los más castigados por estas retenciones. Pero ya era tarde, tanto así que en varias oportunidades los popes de las organizaciones agropecuarios estuvieron por perder el control de los movilizados.
Volviendo al otro sector implicado en el conflicto, sus voceros dieron en oportunidades muestras de una intolerancia y falta de cultura democrática que aterran, y sin embargo están presente en esa franja de personas que de tanto en tanto se van de boca con un "que vuelvan los milicos" asociándoles la seguridad y el pleno empleo (?). Visiones entendibles -más no atendibles- desde un egoismo individualista que no resiste el menor análisis, pero no para aquellos que tiene la resposabilidad de hablarle, y he ahí el quid, a estas mismas personas.
Incluso en un análisis que intenta ser desapasionado termino
cayendo en cuestiones ideológicas que son ineludibles, comenzando desde la elección de palabras. Además la escritura necesita de actores que faciliten el contar el
cuentito.
Para ir cerrando estas líneas escritas desde el más llano sentido común que nos surge de gondolas vacías y discursos que, de tan grandilocuentes, terminan carentes de todo sentido práctico. Tanto es así que de todo lo que se dijeron las partes lo único que pude sacar en limpio fue "si no dan marcha atrás con las retenciones seguimos en las rutas" y (del otro lado) "si no salen de las rutas no hay arreglo posible". Después del "vamos a enviar al Congreso..." de CFK las declaraciones se mantuvieron dentro de la añeja frase del General "hay que desensillar hasta que aclare".
Punteo final:
- ¿No se da cuenta el gobierno que los titulares de los grandes medios tienen menos intenciones de desestabilizar que a intentar reflejar el humor popular (de la franja que consideran su público) para así aumentar el consumo/rating/ventas? (Lo que no quita que nadie quiera provocar otro tipo de efectos a partir de sus discursos);
- ¿Cuándo se planteará establecer retenciones a otras áreas estratégicas que son actualmente de las más sensibles, como la energética?;
- Si queremos desojizar la economía tenemos que salir del modelo de sustitución de importanciones para llegar a la industrialización primaria de la que se hablaba en tiempos tan lejanos como los de Frondizi y el desarrollismo. Por supuesto esto requiere cambios: 1) armar una estrategia educacional acorde y 2) una política de promoción industrial que se aleje del clientelismo y los titulares rimbombeantes para buscar la mejor forma de ser socialmente efectivos (o sea: que de empleo a la mayor cantidad de personal en el mayor número de ramas de la economía);
- Para bajar el precio del pan, por citqar un ejemplo, no hay que aplicar retenciones sólo a la importación de trigo sino, y más que nada, a la de harina;
- Uno de los puntos fuertes (que no son tantos) en la política gubernamental durante las crisis fue el evitar la escalada de violencia como las que se produjeran en el simultáneo conflicto de los transportistas españoles (donde sí hubo muertos, algo que no tuvimos que lamentar);
- Los cacerolazos estuvieron motivados, más allá de las personas contrarias a los gobernantes de turno, que en mi humilde opinión son los menos, por la falta de dialogo y los faltantes en los comercios. Otra vez las clases medias y altas, como en el 2001, salen a protestar cuando se ven afectados sus interéses más directos. Además hubo mucho de "yo quiero salir en la foto" en estas manifestaciones.